El discurso de la apuesta por la economía del conocimiento ha calado entre los políticos con fuerza solo a raíz de la crisis, pero para buena parte de la comunidad científica que lleva tiempo trabajando en su construcción sus palabras no coinciden con los últimos hechos. La crisis, advierte la catedrática de Farmacia María José Alonso, se está utilizando para justificar la falta de apuesta política por la I+D como motor de crecimiento. Uno de los sectores en los que la investigación gallega se ve con más posibilidades es el biomédico-biofarmacéutico, cuyo potencial ha sido reconocido con la concesión a la Universidade de Santiago de Compostela (USC) del sello de Campus de Excelencia Internacional de interés regional para su Campus Vida. Su mayor valor, insisten sus protagonistas, son las personas, un potencial poco cuidado a juicio de muchos. "Lo mejor que tiene Galicia es el capital humano y es realmente lamentable en pleno siglo XXI el éxodo de nuestro talento, que se está exacerbando. ¡Es nuestro mayor capital! Urge sin duda una reacción que dé muestras del reconocimiento de este valor, hemos de sacarle provecho a lo que tenemos", enfatiza la catedrática, recientemente distinguida en un ranquin internacional en el top ten de su especialidad.
Pero mimar más al personal para retener el talento en Galicia no es la única clave: más trabajo cooperativo, una mejor organización, más apoyo a la creación de empresas de base tecnológica y más colaboración con la industria son algunas de las recetas que prescriben algunos de los principales actores de Campus Vida. Si se saben aplicar con acierto, las oportunidades son muchas, sugiere con entusiasmo Alonso, que durante varios años fue vicerrectora de investigación de la USC.
"Estoy convencida de que en el sector biomédico y biofarmacéutico de Galicia tiene una importante posición de liderazgo, porque se da una serie de circunstancias. Tenemos investigadores de prestigio internacional, de forma notable en la USC, pero también en el resto de Galicia, no solo en las universidades, sino también en los hospitales. Por otro lado, existe potencial para abordar esta gran temática desde una perspectiva multidisciplinar: Farmacia y Medicina representan el núcleo importante, pero realizamos una importante actividad en química, biología, física, matemáticas, ciencias y tecnologías de la información y en determinados ámbitos de las ciencias sociales. En conjunto, son un biopolo de extraordinario potencial. Los investigadores hemos dado además el paso a la innovación, se está patentando, existe una buena relación con la empresa y hay iniciativas de creación de pequeñas empresas", sintetiza la pionera en la introducción de nanosistemas de liberación de fármacos en España.
En el otro extremo de la balanza, la principal carencia que detecta Alonso es la coordinación de la investigación. "Hace falta una mejor organización si queremos visibilizar mejor nuestra actividad a nivel internacional, y sobre todo si queremos que tenga repercusión en el desarrollo económico de Galicia", dice. Y la universidad, el principal agente investigador de la comunidad, no puede estar sola en este reto.
"La universidad no puede ser el único actor. Hay que hacer un esfuerzo a diferentes niveles, y la administración debe hacer una política decidida y clara de apoyo a aquellos ámbitos que se consideran estratégicos. Y en mi opinión el ámbito biomédico y biofarmacéutico debería ser uno de ellos, por excelencia de investigación y por la masa crítica con que contamos", añade.
DE LA MANO CON INDUSTRIA.El trabajo en red y sin fronteras es para la también farmacéutica Mabel Loza otra de las claves. Su equipo, Biopharma, es uno de los tres integrantes españoles de Open Phacts, un consorcio financiado por el VII Programa Marco de la Unión Europea dentro de una selecta convocatoria para favorecer la creación de nuevos medicamentos. En él, el grupo de la profesora participa junto al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y la catalana Universidad Pompeu Fabra, de la mano de otros agentes públicos de Austria, Dinamarca o Reino Unido y las grandes empresas del sector.
"De lo que se trata es de crear todo un espacio de datos compartidos y abiertos en el entorno del descubrimiento temprano de fármacos y ponerlo al servicio de todos, del ámbito público y privado", explica.
La Unión Europea busca así reactivar la consecución de nuevos activos innovadores, porque en los últimos años la inversión en I+D farmacéutica ha aumentado, pero la innovación real ha disminuido.
El de Biofarma es también un ejemplo paradigmático de colaboración con la industria, rompiendo el a priori inconveniente de la distancia que separa a Galicia de los centros neurálgicos de las grandes compañías del sector en España, Madrid y Cataluña. La farmacéutica Esteve ha abierto con este grupo una de las primeras unidades mixtas empresa-universidad de los campus españoles para trabajar en la I+D farmacéutica, siguiendo una estrategia cada vez más común en Europa y los Estados Unidos.
"La idea es muy interesante, no es el típico contrato de obra y servicio en el que tú me haces un servicio y te pagan. Se hace transferencia de conocimiento en los dos sentidos e incluso se plantea que la propiedad intelectual sea compartida (...). Ahora trabajamos con los estándares de calidad que se necesitan en la empresa para desarrollar medicamentos, pero es cierto que también ellos se adaptan a nuestra dinámica y a nuestro estilo de trabajo", sostiene Loza, cuya alianza con Esteve se centra en la búsqueda de nuevas dianas terapéuticas aplicables al dolor.
Este tipo de colaboraciones, en las que los agentes públicos llevan las riendas por la externalización de la fase del descubrimiento temprano de fármacos en colaboraciones industriales, irán a más, y deberían ser atraídas, reflexiona la profesora, que señala también como factor fundamental fijarse objetivos claros y una buena coordinación y gestión. "Creo que ahora es la oportunidad de España y de Galicia de subirse a este carro. Es algo que le digo a los políticos siempre que tengo oportunidad. Otros países se están armando con estrategias, nosotros no podemos seguir trabajando a golpe de timón, hay que tener una buena estrategia de competitividad para los próximos diez años, un proyecto global que nos haría más competitivos y que atraería inversión de empresas a Galicia".
PARÓN EN LAS CONVOCATORIAS PÚBLICAS. Anxo Vidal, investigador en el campo del ciclo celular y cáncer de la USC, comparte la importancia de establecer redes de colaboración sin fronteras y de aprovechar el impulso que supone la consecución del sello de excelencia internacional para el proyecto de Campus Vida. "Nunca tivemos unha visión rexional da nosa investigación, levo aquí sete anos e sempre establecimos vínculos con grupos competitivos a escala nacional e internacional", dice el investigador principal del estudio que ha acaba de dar lugar a una patente de un análisis genético para detectar cáncer de tiroides.
Pero la voluntad de los investigadores no es suficiente, advierte también el profesor de la Facultade de Medicina e investigador del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS). Importa la financiación y la apuesta desde el poder político por aprovechar el potencial del científico de Galicia, un desafío ante lo que no puede evitar mostrarse escéptico por el parón que aprecia, entre otros flancos, en las convocatorias de contratación de investigadores.
"Se estamos recoñecendo que estamos nunha crise por falta de competitividade no caso particular de España, a solución máis intelixente non é aforrar, senón apostar pola investigación. Penso que os campus de excelencia internacional foron unha aposta importante para que as universidades se deixen de complexos e aposten decididamente pola investigación. É a nosa esperanza, Campus Vida é un proxecto que recoñece o traballo de todos, dótanos dunha serie de instrumentos e agora é o momento en que podemos utilizalos e despegar. Cortalos sería un erro", enfatiza Vidal, que regresó a Galicia como científico Ramón y Cajal tras formarse en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center (Nueva York), una referencia mundial en la investigación contra el cáncer.
Angel Alfredo Ramirez Montoya
c.i 18991811
EES
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